Barranquilla, site inspection.
Por Carlo V CaballeroÂ
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Primer dÃa
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A pesar de la lluvia que amenazaba incansablemente, nos adentramos en el corazón de Barranquilla, dispuestos a vivir una experiencia única y cautivadora. Como médico y organizador del PANLAR 2024, mi rol trascendÃa el simple guiar a un grupo de personas; trataba de ser el hilo conductor de una trama que pretendÃa llena de sorpresas y descubrimientos.
Mientras avanzábamos por las calles empapadas de la ciudad, escuchaba atentamente las percepciones de quienes me rodeaban. Voces provenientes de Uruguay, Argentina, Panamá y España se entrelazan en una sinfonÃa multicultural, enriqueciendo mi propio entendimiento de la diversidad y riqueza de la reumatologÃa en nuestras diferentes tierras.
Como un barquero en medio del temporal, mis preocupaciones flotaban en mi mente: el retraso del vuelo, el caos del tráfico y los arroyos que, en un descuido, podrÃan jugarnos una mala pasada. Sin embargo, el destino tenÃa buenos planes para nosotros. Barranquilla, con su encanto caribeño y su espÃritu resiliente, nos abrazaba y nos iba mostrando su mejor cara.
Desde el primer momento, sabÃa que lo mejor de Barranquilla es su gente y su esencia lo cuál no siempre es fácil de transmitir a través de su recorrido en tan poco tiempo. Nuestra travesÃa nos llevó por Buenavista, un rincón moderno, ordenado y limpio que se erigÃa como un sÃmbolo del progreso de la ciudad. A través de la Avenida del Lago, descendimos hacia la "Ventana al Mundo", donde la naturaleza y la historia se unÃan en una danza cautivadora. La desembocadura del majestuoso rÃo Magdalena, testigo mudo de la formación de Colombia, se revelaba ante nosotros con toda su grandeza.
La "Ventana al Mundo" nos adentra en el pasado y presente de Barranquilla. AllÃ, nos sumergimos en la historia de una ciudad relativamente joven, pero llena de innovación y logros. Sus hitos se alzaban como faros en medio de la lluvia, recordándonos que Barranquilla era un lugar donde los sueños se convertÃan en realidad.
Continuamos por la Circunvalar, atravesando el Malecón, donde la imponente vista del rÃo y la zona del Caimán a algunos deja sin aliento y a otros los llena de paz interior, pero a ninguno deja indiferente que llega a Barranquilla después de recorrer 1540 kilómetros a través de 13 departamentos desde el macizo Colombiano en el sur de Colombia y fue el rÃo de la formación de Colombia cuya cuenca se genera el 80% del PIB Colombiano  . La exposición de Vacas Quilla, con su creatividad desbordante, nos narró las historias y leyendas que habitan en los rincones más profundos de esta ciudad mágica.
De ahà partimos al Hotel del Prado, con sus jardines exuberantes y su estilo neoclásico, nos recibió como un oasis en medio del tumulto urbano. AllÃ, entre sus muros llenos de historia, nos dejamos llevar por el encanto de Barranquilla, permitiendo que cada rincón nos contará su propia historia.
Tras un almuerzo exquisito, nos adentramos en el Prado, donde las antiguas mansiones se alzaban como guardianas de un pasado glorioso. Sus fachadas nos hablaban de épocas de esplendor, y nuestras miradas se perdÃan entre los detalles arquitectónicos, tratando de capturar la esencia misma de Barranquilla.
Nos dirigimos entonces hacia el Barrio Abajo, en un rápido recorrido siempre acompañado de las gotas de lluvia de la jornada que nos permitió seguir conociendo diferentes sectores de la ciudad más allá del Barrio Arriba y tener sensaciones palpables del corazón de esta ciudad . La Plaza de la Aduana con su aura histórica, el recorrido por el Par Vial de la 50 para llegar a la Plaza de la Paz.
En cada paso, sentÃa la emoción crecer en mi pecho. Observaba a los participantes del congreso, con sus acentos distintivos y miradas curiosas, compartiendo sus impresiones y reflexiones sobre este recorrido tan esperado. Barranquilla, con su hospitalidad cálida y su espÃritu acogedor, ofrece escenarios para abrir sus mentes a nuevas perspectivas.
Las calles de Barranquilla, impregnadas de colores y vida, nos guiaban hacia la Plaza de la Paz, una sugerencia en la cuál insistió mi esposa, donde siento que el espÃritu de Barranquilla se manifestó en su máximo esplendor. AllÃ, rodeados de la vitalidad de la ciudad, nos sumergimos en un mar de ideas y conocimientos, compartiendo experiencias.
La majestuosa Catedral de la ciudad con un diseño único y vanguardista sentà que capturó la esencia misma de Barranquilla, una ciudad joven pero audaz, dispuesta a abrazar la modernidad sin perder sus raÃces. La lluvia, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en una metáfora de la resiliencia y el espÃritu combativo de Barranquilla. La ciudad se reinventa constantemente, desafiando las adversidades y buscando nuevas formas de progresar. La industria y la cultura se entrelazan en un baile armonioso, impulsando la innovación y abriendo las puertas hacia un futuro prometedor.
A medida que concluÃa el primer dÃa de esta experiencia en Barranquilla, mi corazón se llenaba de gratitud y emoción. Como médico y organizador y nativo de la ciudad conozco la magia de ella, donde los sueños se tejen con hechos y las ideas se convierten en acciones. Barranquilla, al igual que PANLAR, un faro de innovación y progreso en el campo de la reumatologÃa, están diseñando experiencias experiencia transformadoras que quieren marcar un antes y un después en nuestras vidas profesionales.
Con la lluvia persistente como testigo de nuestro primer encuentro con Barranquilla, me preparaba para los dÃas venideros, llenos de retos y deseos de que entre todos diseñemos el mejor evento de reumatologÃa de toda la región en años. Nuestra ciudad , con su encanto y vitalidad, nos envolvÃa en su abrazo cálido, recordándonos que la innovación y el progreso son el motor que impulsa a PANLAR y a la medicina en general.
Y asÃ, bajo la lluvia de Barranquilla, se abren las puertas hacia un futuro de descubrimientos, aprendizaje y crecimiento, confiando en que juntos podrÃamos marcar la diferencia en la vida de los pacientes y seguir impulsando el progreso en el campo de la reumatologÃa.
Segundo dÃa
El segundo dÃa de nuestra experiencia en Barranquilla inició con algunos cambios de planes debido a la persistente lluvia del dÃa anterior. Con sol , decidimos dirigirnos a Puerto Colombia, la playa más cercana a la ciudad. Al llegar al renovado muelle de Puerto Colombia, aprovechamos la oportunidad para explorar su historia y comprender cómo Barranquilla prosperó y creció a lo largo de los años. No encontramos relatos de conquistadores, pero sà historias de inmigrantes que, con sus sueños y proyectos, contribuyeron al desarrollo de esta ciudad hasta convertirla en la capital económica del Caribe.
El Hotel Pradomar, con su exuberante vegetación, quioscos y la cálida arena frente al mar, nos sumergió en ese ambiente caribeño que muchos suelen soñar cuando lo ven en las postales. Luego, nos dirigimos al Country Club de Barranquilla, donde nos impresionó su elegante salón JUMBO y los numerosos espacios que albergaba dentro del club. Esta distinguida atmósfera, llena de estilo y prestigio, es caracterÃstica de muchos habitantes de la ciudad, lo cual justifica por qué se dice con frecuencia que Barranquilla es “el mejor vividero del mundo†.
Por la tarde, finalmente tuvimos la oportunidad de visitar el Ecoparque de MallorquÃn. Paseamos por la ciénaga, adentrándonos en su belleza natural y comprendiendo la riqueza de los cuerpos de agua que rodean la ciudad, ofreciendo tantos atractivos por descubrir. Esta situación me hizo reflexionar sobre cómo la reumatologÃa panamericana se asemeja a este escenario, con tantas cualidades y excelencia de nivel mundial que a veces no son reconocidas ni aprovechadas adecuadamente por propios y extraños.
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Esta reflexión me motivó a pensar en que PANLAR 2024 debe convertirse en el mejor evento de la reumatologÃa panamericana, donde todos podamos descubrir nuestro potencial y creer en nuestras capacidades. ¿Qué mejor manera de lograrlo que a través de experiencias inolvidables en este evento, en el corazón de América y el Caribe circundante?
Continuamos la vista en una de las posibles agencias de “branding†del evento para asegurarnos de que estos puntos sean reflejados adecuadamente. Asà como la "Ventana al Mundo" tiene dos torres que representan la industria y la cultura, las dos torres de PANLAR son la ciencia y la fraternidad. A través del evento, debemos demostrar nuestro compromiso con la sociedad y los pacientes con enfermedades reumáticas, mediante acciones tangibles que se puedan ver, conocer y aprender durante los dÃas del congreso. Además, hemos confirmado que Barranquilla cuenta con todos los atractivos y lugares necesarios para ofrecer una experiencia única. Tiene una historia y un cuento que contar de la mejor manera.
Por la noche, viendo a todos relajados y compartiendo ideas , creo que vamos formando un equipo sólido y con objetivos comunes que se prepara para la visita más importante de mañana: conocer Puerta de Oro, el centro de convenciones más grande de la ciudad.
Con estas emociones y expectativas en mente, nos retiramos a descansar, sabiendo que cada paso que dábamos nos acercaba más a convertir nuestra visión en una realidad transformadora para la reumatologÃa panamericana.
Tercer dÃa
Con un radiante sol iluminando el horizonte, nos dirigimos emocionados hacia nuestro encuentro en el Puerta de Oro. Desde el principio, sabÃamos que este escenario era más que apropiado para albergar un congreso panamericano de reumatologÃa. Su tamaño, amplitud y ubicación estratégica nos impresionaron de sobremanera, pero fue la presentación del proyecto lo que nos dejó sin palabras. No porque no tuviéramos expectativas, sino porque era el cierre perfecto para comprender por qué PANLAR debÃa estar allÃ, realizando ese congreso que habÃamos estado visualizando en nuestras mentes durante estos tres dÃas.
La reunión con los encargados del recinto, conocidos como las "fuerzas vivas" de la ciudad, fue reveladora. Estaban presentes los representantes de la ciudad, Probarranquilla, la alcaldÃa, la secretarÃa de salud y todos aquellos que, desde Barranquilla, también habÃan soñado con la posibilidad de albergar eventos de esta magnitud. Durante la presentación, disfrutamos gratamente al darnos cuenta de que todos compartimos un discurso y una narrativa común.
El recorrido por las instalaciones del Puerta de Oro solo reafirmó el vÃnculo silencioso entre PANLAR y la ciudad. Cada lugar, cada espacio, era contemplado con PANLAR en mente, lo cual nos permitió fantasear aún más sobre cómo serÃa el congreso. Nos imaginamos una "Villa Panamericana" dentro del recinto, con una réplica de la Ventana al Mundo en su centro, que contará la historia de PANLAR y sus dos torres: la ciencia y la fraternidad. A su alrededor, visualizamos una "ciudad panamericana" construida como un espacio diverso, ecológico, peatonal e inteligente. Un lugar que fomenta la conectividad y la colaboración, donde cada elemento tuviera un efecto en los miembros de la comunidad panamericana. Además, soñamos con stands que representarán parques, los cuales serÃan los lugares de encuentro por excelencia, y donde tanto la ciencia como la cultura se respiraran en diversas formas. Esta ciudad misma serÃa una declaración de lo que PANLAR quiere representar para la comunidad.
Durante nuestras conversaciones, también reflexionamos sobre el legado de PANLAR y cómo se manifestarÃa tanto dentro como fuera del recinto ferial. Imaginamos módulos de atención precoz para enfermedades reumáticas y diferentes formatos de educación dirigidos a la población general durante los dÃas del evento. De esta manera, PANLAR honrarÃa los pilares de su plan de desarrollo, brindando educación de alto nivel no solo a sus afiliados, sino también generando conciencia sobre la importancia de las enfermedades reumáticas en la comunidad de la ciudad sede, el paÃs, la región panamericana e incluso más allá. El impacto de este congreso innovador perdurará durante décadas.
Cada momento vivido durante este tercer dÃa nos confirmó la importancia de la sede del congreso y la necesidad de la visita. Desde la presentación impactante hasta el recorrido por las instalaciones, cada experiencia alimentó nuestra visión de un evento trascendental. Soñamos con un legado duradero que trascendiera los lÃmites del recinto ferial, llegando a la comunidad local y a los pacientes reumáticos. Imaginamos módulos de atención y programas educativos que permitan difundir el conocimiento y crear conciencia sobre las enfermedades reumáticas.
Fue en ese almuerzo exquisito, deleitándonos con los sabores de la cocina local, cuando confirmamos con plenitud que nuestra insistencia en que Barranquilla fuera la sede de PANLAR no era simplemente un capricho personal. Estábamos convencidos de que esta ciudad podÃa brindar el escenario perfecto para el congreso y que se convertirÃa en un lugar donde la reumatologÃa panamericana seguirá floreciendo. Barranquilla era mucho más que una opción. Era el lugar donde PANLAR podrÃa establecer un vÃnculo sólido con la ciudad, la comunidad y dejar un legado significativo.
Con nuestros corazones llenos de emoción y nuestra mente repleta de visiones transformadoras, nos retiramos para adentrarnos en la última tarde de nuestra visita. Mientras continuamos nuestros recorridos por la ciudad, entablamos sin parar conversaciones adicionales que buscaban afinar los detalles de las experiencias que aguardaban a los participantes durante el congreso. Desde el impresionante pabellón de cristal hasta la histórica plaza de la aduana, pasando por el sereno jardÃn del rÃo, la majestuosa intendencia fluvial y la misteriosa cueva, cada lugar visitado nos revelaba un potencial único para acoger eventos que dejarÃan huella en la reumatologÃa panamericana.
Con cada palabra compartida, nos llenábamos de certeza y entusiasmo. Barranquilla nos habÃa conquistado por completo, y estábamos decididos a convertir nuestra visión en una realidad tangible. En la noche, nos despedimos con la determinación de materializar nuestras ideas y dejar una huella duradera en la reumatologÃa panamericana. Estábamos listos para abrir las puertas a un evento que cambiarÃa vidas, consolidando a Barranquilla como un faro de conocimiento y esperanza en el mundo de la reumatologÃa.
Asà concluyó nuestro tercer dÃa en Barranquilla, lleno de inspiración y una visión compartida que nos impulsaba hacia adelante, listos para escribir un nuevo capÃtulo en la historia de la reumatologÃa panamericana.
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